miércoles, septiembre 16, 2015

de amores en Carnaval de Sangre



Sed eterna
 
Ven a mí, ven. Llego. Te observo. Aún no me reconoces, al menos me sientes. Respiro el deseo en tus ansias. Pongo la mano en la ventana y abres los ojos. Tus latidos se dilatan así como se dilata tu mirada en la mía. El calor de tu sangre es un carnaval de feromonas en mis manos y mis pechos. Ven. El latido de mis labios inferiores te obliga a invitarme a entrar. Entro a ti lentamente. Tu cuerpo desnudo desnuda mi cuerpo. Tiemblas mientras te derramas de sangre en mi boca. Vente en mí. Nuestros sexos son manantial. Entras a mi cuerpo, te desvaneces y renaces. Estoy en ti. Lactas mis secretos de salitre. Muerdes mi vulva, rasgas mis venas. Estás en mí. Somos un mismo gemido. Caes del cielo a tus sábanas y tus pupilas dilatadas frente a las mías revelan tu naturaleza. Estás en mi sed eterna. Somos.


Ana María Fuster Lavín
Carnaval de sangre

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